headerphoto

Noticias

¿Leer en la cárcel?
Tras sinnúmeros de grandes y pesadas puertas enrejadas, atravesando largos corredores que despiden el olor del fermentado encierro de cientos de hombres, se abre la última puerta, la que se abre para dar al patio donde un día a la semana uno de sus rincones se inunda con unos perturbadores y mágicos revoloteos de palabras.
Visualizar

Convenio con la IBBY y el Banco del Libro de Venezuela
Asolectura en convenio con la IBBY y el Banco del Libro de Venezuela, desde el mes de marzo trabajan en la apertura y asistencia de Clubes de Lectores con población infantil y juvenil en crisis, especialmente niños, niñas y jóvenes victimas del conflicto armado colombiano.
Visualizar

¿Leer en la cárcel?

La visión de la mazmorra invoca los gritos en la oscuridad de los infortunados hombres y mujeres, a quienes se señalaba públicamente como herejes, desobedientes de la ley de Dios; allí se veían obligados a confesar sus pecados y a prometer abjurar de sus antiguas creencias y prácticas; y finalmente, para curarlos del mal mefistofélico de que eran víctimas eran reducidos a cenizas en el fuego purificador.

Hoy, las cosas son diferentes:

Tras sinnúmeros de grandes y pesadas puertas enrejadas, atravesando largos corredores que despiden el olor del fermentado encierro de cientos de hombres, se abre la última puerta, la que se abre para dar al patio donde un día a la semana uno de sus rincones se inunda con unos perturbadores y mágicos revoloteos de palabras.

Esta nueva vista es el resultado del interés que tienen de llevar la lectura y los libros a los patios cerrados para la libertad, Asolectura, la Secretaria de Gobierno y la Oficina de Atención Integral de la Cárcel Distrital, quienes se pusieron de acuerdo para impulsar un programa de promoción de lectura al interior de la Cárcel Distrital: los Clubes de Lectores, espacios de lectura en voz alta, donde un grupo de personas participan de la lectura escuchando, hablando de sus propias historias, reflexionando sobre cómo somos y cómo las otras posibilidades de ser y actuar en el mundo.

El espacio cuenta con el acompañamiento de las asistentes del Programa Clubes de Lectores de Asolectura: Tania Ramos y Paola Roa; para su desarrollo cuenta, además, con los libros de la biblioteca del programa y con los libros del Programa Libro al Viento, iniciativa de la Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte.

Hay dos clubes de lectores, uno en el Pabellón Autonomía y otro en el Pabellón Libertad. Cada club está constituido por 50 internos, aproximadamente, cada interno con una procedencia cultural y judicial diferente. Hombres jóvenes, adultos, mayores, la mayoría de ellos con una apariencia taciturna, la mirada triste, el andar lento, quizá cauteloso. A la hora del club, cuando su acompañante entra en el patio, se escuchan algunos gritos llamando “los de lectura”; poco a poco, los hombres van llegando a ese rincón, donde se pueden apartar un poco del ruido; cada interno llega con su silla y va ocupando un lugar. Una vez reunidos, empieza la sesión: el libro abre las puertas a las infinitas posibilidades de la imaginación. A medida que giran las manecillas del reloj y cada círculo de tiempo se cierra, los rostros, los ojos, la piel de estos hombres se ilumina, brilla, y algunos osados le dan voz a los sentimientos que han florecido durante la lectura. Así una y otra vez, sucede esta sinfonía, este encuentro físico y emotivo, de sentidos, que nos confirma cuán cercanos somos y estamos, y cuán proclives a ser tan bellos como monstruosos alguna vez, pero cuán infinitamente humanos. Este espacio, sin duda, es un espacio más para enamorarse de la vida, para comprender al hombre, para saber de justos y justicias, rasgando los muros de la esclavitud con las palabras y el pensamiento, que dejan los libros y la voz mortal revoloteando en el aire.

Libros Recomendados

24 poetas latinoamericanos.
Coedición latinoamericana.
La lectura de poesía produce un placer inmenso dada su dimensión estética y la concisión con la que los autores de este género logran cargar de un profundo significado a las palabras. Visualizar

Angélica.
Lygia Bojunga, Norma.
Esta novela nos presenta la historia de una cigüeña que, preocupada por las mentiras y engaños que sus familiares usan con la excusa de que son ellos los que tienen la tarea de traer al mundo a los bebés, decide cambiar el rumbo de su vida y por ello se va a vivir al Brasil donde se gana la vida tocando la flauta. Visualizar

Antología de poesía colombiana para jóvenes.
Selección de Beatriz Helena Robledo, Alfaguara.
En este libro de poesía aparecen indistintamente una noche llena de perfumes, de murmullos y de música de alas, una rosa que fue testigo de un gran amor o míseros poetas temblando ante los vértigos del mar. Aquí la vida se juega o se cambia o los días nos revelan móviles, fértiles, sórdidos, plácidos, lúbricos o lúgubres. Visualizar

Aura.
Carlos Fuentes, Alianza Cien, colección Cuerpos y ofrendas.
El hombre caza y lucha. La mujer intriga y sueña; es la madre de la fantasía, de los dioses. Visualizar

Bartleby, el escribiente.
Herman Melville, Mondadori.
Bartleby es un hombre enigmático cuyo trabajo, antes de ser copista, era el de leer “cartas muertas” o no reclamadas. Visualizar

Bonsai.
Christine Nöstlinger, Norma.
Sebastián es un adolescente, apodado por sus amigos “Bonsai” porque es pequeño, casi enano, pero según sus propias palabras, bello, proporcionado como un árbol en miniatura. Visualizar

Calicalabozo.
Andrés Caicedo, Norma.
Andrés Caicedo comprendió en su temprana juventud el material del que estaba hecha su generación y la generación que le precedió y las tantas generaciones que han construido este país insólito. Visualizar

Cuchilla.
Evelio José Rosero Diago, Norma.
Un niño de colegio narra los acontecimientos ocurridos con un temible profesor. “Cuchilla” es el apodo del hombre que refleja la dureza con que trata a sus alumnos quienes ven en él un ser lejano, imposible, inhumano. Visualizar

Dónde está la franja amarilla.
William Ospina, Norma.
Este revelador texto, es una mirada crítica e incisiva sobre la realidad colombiana y sobre los orígenes de la violencia que ha determinado la vida social, política y económica del país. Visualizar

El globito rojo.
Iela Mari, Lumen.
Existe en la imagen una especie de magia que hace que un lector pueda regocijarse con una serie de líneas y colores y construir a partir de allí una historia, un texto nuevo. Visualizar

El Gran Gigante Bonachón.
Roald Dahl
Ed. Alfaguara.
Roald Dahl es uno de los escritores más admirados y queridos dentro del mundo de la literatura infantil y juvenil. Sus historias son tan divertidas y subversivas, que la industria cinematográfica ha realizado, en varias ocasiones, adaptaciones de algunas de ellas.Visualizar

El libro de los cochinitos.
Aquiles Nazoa.
Playco Editores, 1999.
En el mundo de la literatura infantil muchos autores han imaginado a los cerdos en situaciones cotidianas como las que le ocurren a los humanos, algunas de estas historias han sido escritas, contadas o ilustradas, y algunas se han hecho más conocidas que otras. Visualizar

El papá de noche.
María Gripe.
Juventud.
El papá de noche es el hombre que cuida a Julia cuando su madre, una enfermera, debe cumplir con un horario nocturno. Visualizar

El paraíso en la otra esquina.
Mario Vargas Llosa.
Alfaguara, 2005.
Espacios y tiempos que tres voces cuentan a partir de los mas íntimos detalles; espacios y tiempos habitados por tres mujeres que han llegan, estremecen y dejan fragmentos de su historia enredados en los hilos femeninos que nos tejen. Visualizar

El sabueso de los Baskerville.
Arthur Conan Doyle.
SM.
El heredero de una gran fortuna deberá enfrentar su destino y las extrañas fuerzas que se mueven alrededor de la casa familiar, acompañado por el famoso detective Sherlock Holmes y por su inseparable amigo el doctor Watson. Visualizar

El sol de los venados.
Gloria Cecilia Díaz.
Ediciones SM, 1993.
Jana es la segunda de seis hermanos. Todos la llaman así, aunque en realidad se llama María Juana, y es ella quien narra las historias que le ocurren a su familia en un pueblo en el que los atardeceres rojos son el mayor atractivo. Visualizar

El valle de los cocuyos.
Gloria Cecilia Díaz, SM.
Jerónimo es un niño de diez años que vive con Anastasia, una anciana sabia que comparte con él la belleza de un valle lleno de cocuyos, lagartijas y tortugas en cuyo caparazón están escritas las historias de los habitantes de la región. Visualizar

Frankenstein.
Mary Shelley.
Rei Andes, Tus libros, 1992.
Me encontraba en medio de una conversación sobre Frankenstein cuando mencioné el nombre de su creadora, Mary Shelley; entonces alguien preguntó: ¿quién es ella? Cuando dije que era una escritora, hubo una pequeña confusión, ya que algunos creían que el autor de Frankenstein o el Prometeo Moderno era un hombre. Visualizar

Fred y la caja de libros.
Ole KönneckeSM, 1998.
En una de sus andanzas Fred encuentra en el ático un sombrero y una caja llena de libros viejos. El sombrero está muy bien, le queda. Pero ¿Los libros? ¿Hay alguno que le guste? Visualizar

Guillermo Jorge Manuel José.
Mem Fox.
Ekaré.
Guillermo Jorge Manuel José vive cerca de un hogar para ancianos y conoce a todos y todas sus historias. Su amiga favorita es Ana Josefina Rosa Isabel quien, además de tener cuatro nombres como él, le cuenta al niño sus secretos. Visualizar

Jumanji.
Chris Van Allsburg, FCE.
En este libro el estadounidense Chris Van Allsburg, quien lo escribe e ilustra, nos introduce en el mundo fantástico que la imaginación de un par de niños es capaz de crear. Visualizar

La cama.
Lygia Bojunga.
Norma.
Alrededor de una cama antigua, tesoro de una familia que en otro tiempo fue muy rica, gira esta novela corta en la que entretejen las historias de varios personajes marcados por su situación social y afectiva. Visualizar

La decadencia de los dragones.
William Ospina.
Sin duda encontrar un libro de ensayos de William Ospina es una nueva oportunidad para apreciar su implacable y al mismo tiempo suave pluma, y para regocijarnos con su mirada sobre temas que tienen de divino y de humano. Visualizar

La hija del espantapájaros.
Maria Gripe.
Ediciones SM.
El mundo de las novelas de María Gripe está lleno de una extraña magia que envuelve al lector, no lo deja respirar y no lo suelta sino hasta que termina la narración. Visualizar

La joven tejedora.
Marina Colasanti.
Global.
La tejedora de esta historia infantil tiene el don de tejer todo lo que necesita, y todo lo que quiere, por ejemplo leche para beber, luz del sol para calentarse y paisajes llenos de horizontes bellos para sentirse feliz. Visualizar

Los fuegos.
Margarite Yourcenar.
El libro es una serie de nueve cuentos, en los que esta escritora revela los sentimientos, razones y circunstancias en los que se funda la existencia de cada personaje central.
Visualizar

Los mejores relatos de Roald Dahl.
Alfaguara
13 cuentos en los que el escritor nos muestra con lujo de detalles su magnifica pluma cargada de la ironía y el fino humor negro que caracterizan sus obras. Visualizar

Los misterios del Señor Burdick.
Chris Van Allsburg.
Fondo de Cultura Económica, México, 1999 .
Hace más de treinta años el Señor Harris Burdick contactó al editor Peter Wenders con el fin de que publicara, una obra literaria, compuesta por catorce historias, cada una acompañada por varias ilustraciones. Visualizar

Los últimos gigantes.
François Place, Ekaré.
Archibald Leopold Ruthmore encuentra por casualidad un objeto que lo llevará a enfrentar su mayor aventura y lo hará llegar a la peor traición: el diente de un gigante. Visualizar

Matilda.
Roald Dahl.
Alfaguara.
Una oportunidad para ser libre y felizUn día el padre de Matilda rompe el libro que ella lee, desesperado ante la actitud de una niña que se niega a seguir el hábito de la familia: ver obsesivamente programas de televisión que ofrecen un mundo fácil de felicidad, que se consigue sólo con dinero, belleza o fuerza. Visualizar

Mi amigo el pintor.
Lygia Bojunga Nunes.
Editorial Norma.
Esta novela corta relata la profunda relación de amistad entre dos amigos: un niño y un adulto pintor. Dentro del amplio y variado mundo de la literatura infantil y juvenil, esta historia se ha convertido en un clásico –como casi todas las de esta autora brasilera-, pues plantea una problemática casi siempre prohibida en las obras para niños y jóvenes: el suicidio. Visualizar

Mitos y leyendas indígenas.
Roxanna Erdman.
Editorial Everest.
Los orígenes, los fenómenos, las características de un vasto universo, han retado desde siempre a la imaginación de los hombres para ampliar su manera de comprender y vivir el mundo. Visualizar

Nana Vieja.
Margaret Wild, Ekaré.
Nana Vieja y Chanchita viven juntas y comparten la casa, los oficios y la alegría de vivir juntas en un sitio lleno de naturaleza. Visualizar

Pacto de sangre.
Fernando Claudín.
Anaya.
Raúl Tobar es un joven madrileño que perdió a sus padres siendo apenas un niño y que, recientemente, se ha enfrentado a la desaparición de su hermano Atón a manos de algunos mafiosos. Visualizar

Paulina.
Ana Maria Matute,Lumen, 1969.
Paulina es una pequeña huérfana que vive en la ciudad con su tía Susana, una triste mujer para la que su sobrina es una niña traviesa y mal educada. Visualizar

Pedro Páramo: un clásico latinoamericano.
Juan Rulfo, Plaza & Janés, 2000.
Pedro Páramo es el poema más extenso que he leído, la voz latinoamericana logra hacerse escuchar para dar cuenta del calor y la devastación de su tierra, para hablar con esa voz campesina que se escucha mientras se lee del éxodo como la más terrible muerte, como la más lamentable consecuencia de la tiranía. Visualizar

Pobby y Dingan.
Ben Rice, Planeta.
Pobby y Dingan viven con Kellyanne Williamson en Lightning Ridge, una zona de Australia en la que abundan minas de hermosos y cotizados ópalos. Sin embargo, ella es la única persona que puede verlos, porque Pobby y Dingan son amigos imaginarios. Visualizar

¿Quién quiere un rinoceronte barato?
Shel Silverstein, Lumen.
Un rinoceronte puede resultar barato si sirve como perchero, abre las latas de cerveza del tío, finge ser un tiburón bajo el agua o persuade a un padre indeciso sobre el dinero que le debe dar a su hijo. Visualizar

Soy el más fuerte.
Mario Ramos.
Corimbo.
Un lobo decide dar un paseo por el bosque para reposar después del almuerzo y para comprobar que él es el animal más fuerte de todo el mundo. Visualizar

Todo sobre un wafle.
Polly Horvath, Norma.
Primrose Squarp es una niña de once años que vive en el remoto pueblo de Coal Harbour y cuyos padres se han perdido en el mar en una noche de tormenta. Visualizar

Tortilla Flat.
John Steinbeck, Norma.
Tortilla Flat, un pueblo de Monterrey, en la costa de California, es el escenario en el que John Steinbeck ubica a Danny y a sus amigos, una especie de Caballeros de la Mesa Redonda, quienes vivirán una serie de aventuras a partir del recibo de una herencia del abuelo de Danny. Visualizar

Un mundo feliz.
Aldoux Husley.
Plaza y Janés, 1994.
Podríamos considerar la novela de Aldous Huxley, Un mundo feliz, como una obra de ciencia-ficción por sus deslumbrantes elementos futuristas; sin embargo, esta historia entreteje en sus hilos narrativos problemas de la sociedad actual. Visualizar

Zorro.
Autor: Margaret Wil
Ilustrador: Ron Brooks
Ediciones Ekaré.
Un perro ciego de un ojo y una urraca que no puede volar se encuentran en medio de un paisaje oscuro, Cuando Urraca sube al lomo de Perro, ambos encuentran una esperanza en aquello que les falta. Visualizar

Fotografías

Club Pasquilla
Visualizar

Club de lectores 2007
Visualizar

Convenio con la IBBY y el Banco del Libro de Venezuela

Asolectura en convenio con la IBBY y el Banco del Libro de Venezuela, desde el mes de marzo trabajan en la apertura y asistencia de Clubes de Lectores con población infantil y juvenil en crisis, especialmente niños, niñas y jóvenes victimas del conflicto armado colombiano. Se espera abrir y asistir 20 clubes de lectores con esta población y desarrollar el componente de formación de mediadores de lectura con los profesionales que brindan apoyo a las instituciones encargadas de albergar y atender a estos niños.

El siguiente es un fragmento del marco teórico a partir del cual se orientan las actividades de los Clubes

Cuando alguien ha perdido un ser querido,
observen su comportamiento con respecto
a la lectura. Mientras no pueda leer,
su duelo no tendrá lugar.
Si abre un ensayo, una novela, un poema
–todo lo que no sea una exhortación laica o
religiosa para soportar su situación actual-
es que está escapando de la melancolía,
es porque deja que el duelo lo trabaje.
La lectura es, junto con la amistad,
una de las contribuciones más seguras
al trabajo del duelo.
De una manera general nos ayuda
hacer el duelo de los limites de nuestra vida,
de los limites de la humana condición[2].


Colombia vive desde hace más de 60 años una guerra que se lleva buena parte de sus recursos y que compromete la vida, la educación, la salud y la felicidad de niños, niñas, jóvenes y adultos, especialmente de aquellos que viven en los sectores campesinos y urbanos que están más cerca del conflicto armado y que por lo general es la población más pobre. De acuerdo con el Informe de Desarrollo Humano de Naciones Unidas el número de desplazados por la violencia llegó a fines del año pasado a 3.663.000 personas que se agrupan en casi un millón de familias que deambulan por las grandes ciudades.

De la población desplazada 1.100.000 son niños y a ellos se suman aproximadamente 4000 niños y jóvenes que se han desvinculado de las fuerzas armadas ilegales. Víctimas de la guerra, estos niños se encuentran en situación de extrema exclusión, sin oportunidades para acceder a la educación, con sus núcleos familiares desechos y sin expectativas de una vida futura sana y segura. A pesar de que estas situaciones no son exclusivas de las poblaciones desplazadas y excombatientes, pues las sufren buena parte de la población colombiana, son los niños y jóvenes víctimas del conflicto armado los que han llamado con más urgencia la atención de programas gubernamentales y no gubernamentales, pues no sólo son víctimas de una sociedad inequitativa sino que también sufren de manera directa las secuelas de la guerra.

Es así como se vienen desarrollando diferentes programas que proporcionan atenciones prioritarias a esta población como valoración nutricional, alimentación, atención psicológica, remisión a servicios educativos, servicios médicos y sanitarios esenciales. Aquellos niños que han perdido sus familias se encuentran internos en los hogares de protección para la niñez en situación de peligro o abandono.

A estas acciones que se vienen realizando, se hace necesario sumar iniciativas que vayan más allá del suministro de apoyos materiales, de educación formal, de salud y de atención psicosocial; iniciativas que contribuyan a la recuperación emocional de los niños a partir de prácticas que respondan a sus necesidades interiores, que les permitan de forma espontánea expresar sus temores, conflictos, expectativas y puedan así encontrar su propio camino para forjar su identidad, dotar de sentido su vida y su situación en el mundo que los rodea.

El desarraigo, el temor, la violencia, el desamparo, la muerte, son las constantes que acompañan y determinan los recuerdos, las imágenes, las palabras, los juegos y las historias de estos niños y jóvenes. La guerra está presente de forma consciente e inconsciente, la guerra ha trascendido sus circunstancias físicas y ha plagado el lenguaje con el que comprenden y narran el mundo.

Es por lo anterior que estos niños necesitan de elementos que les ayuden a elaborar sus miedos y resentimientos de forma racional pero basados en lenguajes simbólicos, como los de la literatura, a partir de los cuales su realidad se confronte y se transforme, ofreciéndoles nuevas maneras de expresar sus cargas verbales y opciones de comunicación diferentes a las adquiridas en la guerra.

La experiencia de Asolectura con grupos de lectura en poblaciones de niños y jóvenes excluidos y afectados por diferentes problemáticas socioculturales demuestra que la lectura de la literatura en grupos de lectores acompañados por mediadores previamente formados les ofrece la oportunidad de expresarse, de comunicar sus emociones y de enriquecer su lenguaje simbólico y cotidiano, además de ampliar sus imaginarios con respecto al mundo y a sí mismos. Estos grupos se constituyen en ambientes terapéuticos no tradicionales en los que los cuentos, poemas y novelas leídas aportan a la imaginación ambientes, tonos, lenguajes y emociones para que – de forma consciente o inconsciente – se elaboren los propios relatos, se haga una resignificación de las historias de vida y se manifiesten las angustias y dolores internos.

Si se facilita a los niños y jóvenes víctimas de la guerra el acceso a diferentes manifestaciones artísticas y especialmente a la literatura se estaría propiciando el crecimiento de seres humanos emocionalmente sanos, menos vulnerables al ataque de los lenguajes autoritarios y de los imaginarios marcados por la violencia, que sólo generan resentimiento y temor. Existiría para ellos la posibilidad de tomar distancia – gracias a las palabras – y de crecer con una conciencia más clara acerca de su experiencia en la guerra.

Informe de una experiencia.

En medios educativos y culturales existe una gran preocupación acerca de las bajas tasas de lectura de la población. Y aun cuando no es este el espacio para indagar sobre las causas del desinterés por esta actividad, sí podríamos aventurar algunas estimaciones que tienen que ver fundamentalmente con la forma en que la escuela conduce el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectura, haciendo de ella una actividad con fines exclusivamente escolares; con las pocas posibilidades de acceso a materiales de lectura de calidad; con la manera como se invade desde los medios masivos el tiempo de niños, adolescentes y adultos, y con la forma contradictoria en que la sociedad concibe la lectura, como medio de acceso al conocimiento y a la educación, pero a la cual se le destina poco o ningún tiempo y esfuerzo.
Visualizar


Clubes de lectores: Una propuesta de promoción y de reflexión
Visualizar

La Lectura de los Clásicos Informe de una experiencia
Visualizar

Exploración cualitativa de los Clubes de Lectores
Visualizar

Textos sobre promoción y mediación


A Propósito de los enunciados obvios y las extrañas demostraciones

Por: Carolina Alonso.
Los que están encargados de promover la lectura necesitan leer Literatura; estoy convencida de que todos los seres humanos que pertenecemos a una cultura de la escritura lo necesitamos. La aclaración de “cultura de la escritura” obedece al hecho de que los libros no son los únicos medios para contar historias; durante siglos y siglos, en todas las comunidades humanas, las historias se han transmitido oralmente, en medio de prácticas cotidianas y también en momentos extra-ordinarios. Visualizar


Dar a leer... quizá.

Jorge Larrosa.
Profesor de filosofía de la Educación en la Universidad de Barcelona. Realizó estudios posdoctorales en el Instituto de Educación de de la universidad de Londres y en el Centro Michel Foucault de la Sorbona de Paris. Visualizar


De la consigna al enigma (o cómo ganar espacio).

Graciela Montes.
Junio de 1999. Congreso de Lectura del I.B.B.Y. Uruguay, Montevideo. Publicado en Educación y Biblioteca, Madrid, Año 12, Nº 112, Mayo del 2000. Visualizar


El realismo en los libros para niños y jóvenes

Sachenska García.
Artículo publicado en la revista Barataria de Editorial Norma, Nº 3, 2005.


Las palabras y el diálogo

William Ospina.
(Intervención en la I Cumbre Mundial de la Poesía por la Paz de Colombia)
Hölderlin afirmó que la poesía es el más inocente de los oficios y también que el lenguaje es el más peligroso de los bienes humanos. Visualizar


Retirados a la sombra de nuestros párpados.

Graciela Montes.
Septiembre de 2001. Congreso Internacional de Literatura Infantil y Juvenil, Universidad del Comahue, Cipolletti. Visualizar


Temas y autores del realismo en los libros para niños y jovenes.

Sashenca García.
Este articulo se publica con permiso de la autora y la Revista Barataria, Editorial Norma, donde fue publicado por primera vez en el número 3, 2005. Visualizar