Shel Silverstein, Lumen
Un rinoceronte puede resultar barato si sirve como perchero, abre las latas de cerveza del tío, finge ser un tiburón bajo el agua o persuade a un padre indeciso sobre el dinero que le debe dar a su hijo. Tantas cosas juntas y más se le ocurrieron a Shel Silverstein, quien en páginas aireadas y trazos bien definidos presenta una serie de situaciones fantásticas que obligan al lector a aventurarse a la página siguiente en busca de otra sorpresa. En este libro la ilustración no es accesoria, es la esencia y ella hace parte del texto: insinúa, crea espacios que no están presentes y origina una atmósfera que propicia una lectura activa. En efecto, el libro ofrece la posibilidad de interactuar. Más allá de las ingeniosas preguntas que se plantea el autor, hay otras que surgen de la lectura por lo que se puede decir que este libro no es uno de esos ejemplares que se leen y no se retoman. Una y otra vez nos podemos involucrar en el juego y construir desde la fantasía la posibilidad de una historia que nos divierta y nos rete como lectores.
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