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El Gran Gigante Bonachón

Roald Dahl
Ed. Alfaguara.

Roald Dahl es uno de los escritores más admirados y queridos dentro del mundo de la literatura infantil y juvenil. Sus historias son tan divertidas y subversivas, que la industria cinematográfica ha realizado, en varias ocasiones, adaptaciones de algunas de ellas. Para nadie son desconocidos las aventuras de Matilda, de Charlie, o los problemas que tuvo que enfrentar un niño al encontrarse con una convención de brujas. Sin embargo, muchos no conocen a uno de los personajes más entrañables que creó Dahl: el Gran Gigante Bonachón, un ser enorme, encantador y muy tierno, que se dedica a cazar sueños y que, en la hora mágica, se los sopla a los niños que duermen profundamente.

Sofía es una niña que vive en un orfanato y, una noche en la que no logra conciliar el sueño, descubre al gigante soplando sueños por una ventana. Cuando él se da cuenta, la rapta- pues nadie en el mundo debe saber su secreto- y se la lleva al País de los Gigantes. Allí viven los más horripilantes, terroríficos y enormes seres del planeta y, lo peor de todo, es que se alimentan de guisantes humanos… por nada del mundo, pueden enterarse de la llegada de Sofía, pues se la zamparían en un segundo, “como una gota de agua”. Así comienzan las aventuras de esta niña que se sumerge en la vida de su amigo y termina por conocer los hábitos de los demás habitantes del país.

Como la mayoría de libros de Roald Dahl, éste hace una crítica al mundo de los adultos, mediante el uso de un humor ingenioso y penetrante, que garantiza la diversión de principio a fin. Además, se repite esa característica tan propia de las historias de Dahl, la de realizar siempre una reivindicación del niño, gracias a la fuerza que éste tiene como personaje y al constante cuestionamiento de la autoridad. El lenguaje se convierte, por otro lado, en un juego, especialmente a través del gigante, quien comete muchos “errores” al hablar: palabras como gingante, inspantoso, nivrioso y barabiridad le sacan a cualquier lector una sonrisa, mezcla de ternura y gracia.

Roald Dahl nació en el País de Gales en 1916. A los siete años fue internado en un colegio inglés, donde le tocó vivir el rígido sistema educativo británico, que reflejó luego en muchas de sus historias. Durante la Segunda Guerra Mundial se hizo piloto y, después de un accidente, se dedicó a escribir sus experiencias de guerra. Empezó a publicar para niños motivado por las historias que les contaba a sus hijos. En 1964 vio la luz su primer libro, Charlie y la fábrica de chocolate. Murió en 1990, dejándole al mundo obras como Matilda, El súper zorro y Las brujas, entre muchas otras.

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