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A Propósito de los enunciados obvios y las extrañas demostraciones

Por: Carolina Alonso

Cuando estaba en mi último año de colegio, en clase de Cálculo, el profesor nos pidió que realizáramos una serie de demostraciones lógico-matemáticas de enunciados verdaderos y obvios. Demostrar que cero es igual a cero (0=0), por ejemplo, resultaba tan extraño… hacerlo fue un interesante ejercicio de lógica, no lo niego. En fin, han pasado muchos años y ahora me veo avocada a la tarea de hacer otra de esas demostraciones: “Quienes están encargados de promover la lectura necesitan leer Literatura”, es un enunciado verdadero, obvio… decirlo debería ser suficiente. Sin embargo, vamos a hacer el extraño ejercicio de demostrarlo (advierto que es posible fallar; advierto que en estos campos menos lógicos, los argumentos no siempre son tan precisos; advierto que los pasos pueden ser erráticos y un poco confusos y que no sé exactamente a donde conducirán: todo esto, para mí, resulta más emocionante).

Comenzaré por decir que no creo que sólo los que están encargados de promover la lectura necesitan leer Literatura; estoy convencida de que todos los seres humanos que pertenecemos a una cultura de la escritura lo necesitamos. La aclaración de “cultura de la escritura” obedece al hecho de que los libros no son los únicos medios para contar historias; durante siglos y siglos, en todas las comunidades humanas, las historias se han transmitido oralmente, en medio de prácticas cotidianas y también en momentos extra-ordinarios. Hoy se nos cuentan historias a través de la radio, de la televisión, del cine y de múltiples medios impresos. Pero devolvámonos un poco, los seres humanos —todos— necesitamos historias. Las necesitamos para saber quiénes somos, dónde nos encontramos, de dónde venimos, a dónde nos dirigimos, con quiénes estamos, para saber que podemos superar pruebas; en síntesis, para armarnos nuestra propia historia, esa donde somos protagonistas. Y luego está la Literatura, esa forma única de contar historias que resulta fascinante porque utiliza con armonía y precisión las palabras, porque construye mundos posibles e imposibles con tal coherencia que nos permite habitar en ellos durante el tiempo de la lectura y después, por siempre. La Literatura es el mejor medio de contar historias, los seres humanos necesitamos historias y tenemos en las obras literarias su mejor expresión, entonces, lógicamente, los seres humanos necesitamos leer Literatura. Claro, podemos conformarnos con las historias no tan bien contadas, con las formas simples… podemos, sí, esa es una opción. Como cuando uno va a un banquete y sólo se come un par de rebanadas de pan francés… es una opción.
Aquí viene otro postulado: quienes promueven la lectura (padres, maestros, bibliotecarios) son seres humanos que, por lo tanto, necesitan leer Literatura por ellos mismos, no por ser padres, maestros ni bibliotecarios. “Los promotores de lectura deben leer porque realizan la tarea de promover la lectura”: he aquí un postulado falso, sus dos premisas no tienen carácter de necesidad. Hay muchos que promueven la lectura y no leen, menos Literatura… Yo leo por mí, para mí, porque me gusta, porque yo lo necesito. Luego aparecen los demás y los oficios que cada uno de nosotros desempeña en el mundo. En principio están el “yo”, la Literatura, la necesidad vital y la opción por lo mejor. La Literatura hace solita su trabajo de autopromoción. Un buen libro, en el momento adecuado, atrapa lectores; quienes hemos sido cautivados lo sabemos, y luego vienen las ganas de otro y de otro y de otro… Entonces parece que el promotor de lectura es un ser humano contagiado de este deseo, de esta necesidad, que contagia a otros. Su papel es poner los libros adecuados (los que él ha leído, ha amado y ha sufrido) cerca de los otros, como cuando uno tiene gripa y estornuda en un ascensor, así funciona: dejar el virus por ahí y permitirle hacer su trabajo.

Ahora bien, esa parte del trabajo es fácil, porque surge de la propia necesidad y de la potencia contagiosa de los buenos libros; podríamos decir que trabajo, lo que se dice trabajo no ha habido. Sin embargo, en la básica relación yo-Literatura existe un peligro y, por lo tanto, una exigencia. Se requiere ser valiente para leer Literatura: siempre se corre el riesgo de resultar afectado, transformado, de sentirse incómodo en el mundo, incomodado… Hay quienes no vuelven a los libros porque no soportan los cuestionamientos, porque no les gusta la incomodidad, porque no saben qué hacer con las preguntas que los asaltan. También existen los que se hacen los sordos, los que dicen que no entienden nada, los que eligen libros que no intranquilizan. Entonces es cuando, creo yo, se requiere de un acompañante, de un guía. El guía es, por definición, alguien que “ya ha estado allí”; es decir, alguien que leyó el libro y se dejó afectar, incomodar, transformar… y sigue vivo, incluso más, incluso mejor. Y, por supuesto, deseoso de otra incursión en un mundo riesgoso, literario. Así que el guía ayuda a comprender al nuevo lector, lo anima a continuar, a preguntarse, a cuestionar, a ver de otra manera las cosas de siempre… porque sí, porque vale la pena, porque el guía puede anticipar que allá, al final de las páginas, ese lector será distinto… y ninguno de los dos puede evitar la curiosidad de saber cómo terminarán el libro y el lector.

Así que un promotor de lectura necesita leer Literatura porque es un ser humano valiente que elige la mejor opción narrativa y desea contagiar a otros, y porque, como futuro guía, tiene que haber experimentado la transformación; no para hablar de ella —de la suya— sino para ser útil al acompañar a otros en el tránsito.

En la demostración del cero es igual a cero, la premisa inicial (0=0) se convierte en la afirmación final, obvio. Creo que lo mismo ha sucedido aquí; pero, como en las buenas historias y en las demostraciones lógico-matemáticas, eso no importa, lo importante es lo descubierto en el camino.

Angélica

Lygia Bojunga, Norma


Esta novela nos presenta la historia de una cigüeña que, preocupada por las mentiras y engaños que sus familiares usan con la excusa de que son ellos los que tienen la tarea de traer al mundo a los bebés, decide cambiar el rumbo de su vida y por ello se va a vivir al Brasil donde se gana la vida tocando la flauta. Con un grupo de amigos, que representan diferentes problemáticas sociales, monta una obra de teatro en la que narra su vida y en la que a la vez representa los conflictos de sus amigos. Esta obra crítica, es una mirada a la vida contemporánea en la que conviven la doble moral, el consumismo, el desprecio a la vejez y el machismo. Al mismo tiempo la novela es rica en la descripción de lo que significa la búsqueda de la identidad en medio de un mundo caótico.

Zorro

Autor: Margaret Wil
Ilustrador: Ron Brooks
Ediciones Ekaré



Un perro ciego de un ojo y una urraca que no puede volar se encuentran en medio de un paisaje oscuro, Cuando Urraca sube al lomo de Perro, ambos encuentran una esperanza en aquello que les falta “Yo seré tu ojo perdido y tu serás mis alas”, es la promesa de Urraca… pero antes habrá que saber lo que es estar verdaderamente solo. Zorro serio, Zorro con olor a rabia y a envidia, Zorro rojo desde un paisaje oscuro nos lleva corriendo hasta un desierto rojo, hasta el lugar en el que es preciso retornar.

Matilda

Roald Dahl
Alfaguara

Una oportunidad para ser libre y feliz

Un día el padre de Matilda rompe el libro que ella lee, desesperado ante la actitud de una niña que se niega a seguir el hábito de la familia: ver obsesivamente programas de televisión que ofrecen un mundo fácil de felicidad, que se consigue sólo con dinero, belleza o fuerza. El libro se lo prestaron en la biblioteca. Matilda es una niña que apenas ha cumplido cinco años pero su amor por los libros es más grande que cualquier cosa en su pequeño mundo: los quiere tanto como los otros niños a sus amigos, pero ella no tiene amigos porque sus padres no la quieren llevar a la escuela. Roald Dahl recrea una historia que tiene que ver con la rebeldía, con el mundo a veces incisivo de los adultos, con la soledad y, por supuesto, con los libros. De cierta manera Matilda reproduce un punto de interés del autor a quien le gusta en sus obras buscar el respeto por los niños y contraponer el mundo infantil y el del adulto. En Matilda lo logra y, además, muestra el ámbito familiar con todas sus virtudes y defectos y comprueba que, lejos de las pretensiones de una literatura con altos “niveles valóricos”, los adultos no siempre son perfectos.

Los fuegos

Margarite Yourcenar


En el prólogo del libro titulado “Fuegos” Margarite Yourcenar afirma que éstos surgieron en momentos donde era presa y víctima de la pasión. Para aquellos a quienes a un mismo tiempo interese el reconocimiento de ese terreno que es la naturaleza humana, femenina, masculina y muchas veces andrógena, y la mitología griega, donde dioses y humanos se encuentran aventurando entre la gloria de ser dios y la tragedia de ser humano en el mismo escenario: la vida y la muerte, que miles de años después sigue conservando algunos de sus rasgos más característicos; esta pequeña obra, en extensión, puede iluminar ese camino oscuro, muy seguramente ávido de consuelo a sus ansias, a sus preguntas. Y para aquellos a quienes sólo interesa sólo una de estas dos partes de la historia, se encontrará, inevitablemente, con ese complemento sin el cual perdería su esencia, su sabor. El libro es una serie de nueve cuentos, en los que esta escritora revela los sentimientos, razones y circunstancias en los que se funda la existencia de cada personaje central. Entre cuento y cuento hay una serie de pequeños fragmentos a modo del diario sentir de Margarite Yourcenar, referidos sobre todo al amor y a la desventura de sentir tanto. Cada titulo, plantea una relación: dilema o sinónimo. Ninguno deja de ser apasionante: i.e., el tercer cuento se titula ‘Patroclo o el destino’, narra la enajenación de Aquiles por Patroclo, el único ser que ocupa sus pensamientos, sus recuerdos, dueño de su dolor y responsable de los asesinatos, que enloquecido emprende, y que por fin encuentran sosiego al ver el rostro de Pentesilea, quien orgullosa se deja matar como quien se entrega al amor, tan parecido al de su amigo, desaparecido en la guerra. ‘María Magdalena o la salvación’, el sexto cuento, le sigue los pasos a esta famosa y despreciada mujer, que por salvar el honor de un hombre, se pierde en la aventura de estar cada vez en un lugar y con un hombre diferentes, soportando la humillación del que fue su pueblo, hasta encontrar en dios una segunda esperanza, un posible refugio para esa lealtad que aún no ha podido entregar con honor a un solo hombre, pero nuevamente, al igual que los hombre en busca de su felicidad, fracasa en su intento. El último cuento ‘Safo o el suicidio’, nos lleva por los lugares donde sin éxito busca Safo a esa joven mujer, por quien se ha despertado una obsesión inexplicable, y quizá maternal, a quien ama, y se detiene en el intento de fracasar en el trapecio que una vida ha sido su camino, para dispersarse en el universo como la luz sobre el escenario. Nadie era antes de conocerte y menos ahora que te perdí. La muerte es la verdad que encuentran estos personajes al final de su tragedia, bella, desnuda y libre, como la noche, o como una madre recién parida. Aconsejable para aquellos amantes…del delirio.

Tania Ramos

La joven tejedora


Marina Colasanti
Global


La tejedora de esta historia infantil tiene el don de tejer todo lo que necesita, y todo lo que quiere, por ejemplo leche para beber, luz del sol para calentarse y paisajes llenos de horizontes bellos para sentirse feliz. “Tejer era todo lo que hacia, tejer era todo lo que quería”; sus hilos no tenían grandes pretensiones, hasta el día en que la tejedora sintió la necesidad de tener un compañero y encontró en el telar la solución, pero una vez tejidos y hechos hombre, sus hilos adquirieron pretensiones ajenas, que muy distantes a hacerla sentir feliz, le traen el tiempo en que se arrepiente de todos los hilos tejidos pues le causan una tristeza enorme.
Tejer el sol, la noche, el alimento, tejer la vida, es la propuesta de esta historia. Buscar dentro de sí los hilos más finos para vislumbrar el propio telar, aun a sabiendas de que en alguna puntada se podrán pinchar los dedos o se podrá tejer un espejismo egoísta como suele ser el amor. A través de un lenguaje poético e ilustraciones bordadas por una familia de 5 mujeres Marina Colasanti nos da a entender que el lugar común para que un tejido se desvíe -y más al tratarse de un cuento de hadas como este-, es el momento en que el príncipe azul aparece en la vida de una mujer y ésta deja de tejer su propia vida para dedicarse al telar de él.
El riesgo censurable de La joven tejedora quizás está en que el lector se siente en la necesidad de prever el final de la historia y el mismo tejido de la narración no le permite llegar a “vivieron felices para siempre”, sino que al contrario, la opinión de quienes observan el telar suele ser la misma: la solución está en las manos de la tejedora y no es precisamente la que corresponde a una princesa-plebeya común que permanece encerrada en una torre.
En este libro la felicidad tradicional de las historias de amor se ve cuestionada, así como el papel que las mujeres desempeñan en ellas y en la vida en general, sugiriéndole al lector una postura critica frente a temas como la separación y el abuso.

Marina Colasanti nació en Asmara, Etiopía, pero pasó allí muy poco tiempo. Sus padres son italianos y fue en ese lugar donde transcurrió su primera infancia, luego fue llevada a vivir a Brasil donde ha permanecido hasta hoy. Tal vez por eso sus historias no se dejan ubicar en un lugar determinado, parece que pudieran ocurrir en cualquier parte del mundo real o en algún recodo de un mundo soñado. Además de escritora es periodista, ha sido guionista y presentadora de programas de televisión y la mayoría de sus libros son ilustrados por ella misma. Pero lo que hace realmente especiales sus textos es su tono lleno de ecos, su estilo cargado de símbolos que siempre dejan la sensación de haber contado algo más allá de las historias que relata, algo importante, imprescindible que sin pasar por el cerebro se va directo hasta el alma.

La hija del espantapájaros.

Maria Gripe.
Ediciones SM.

El mundo de las novelas de María Gripe está lleno de una extraña magia que envuelve al lector, no lo deja respirar y no lo suelta sino hasta que termina la narración. Y aún en ese momento, la sensación que queda sigue siendo extraña, pues se da cuenta de que algo se ha movido en su interior. Esto, sin lugar a dudas, sucede con La hija del espantapájaros, una novela muy triste que reflexiona sobre las relaciones humanas, el mundo consumista de las ciudades y la valentía y el orgullo de una niña.
En tercera persona, el narrador cuenta la historia de una niña de doce años que ha sido abandonada por sus padres, dejándola a cargo de dos hermanos pequeños. Ella vive en el bosque y se desenvuelve a la perfección, con la ayuda de Tía Adina y un extraño hombre al que nunca ha visto. Cuenta además con Papá Pelerín, un espantapájaros (que es más bien un espantagente), que ella misma hizo con los vestidos de su padre. Pero un día, recibe una carta de su madre: no vendrá para este invierno, lo que significa que sus hermanos van a pasarlo en la casa de una amiga y Loella va a tener que ir al Patronato de menores. A partir de este momento inicia al interior de la niña una lucha valiente y orgullosa: primero se defiende e intenta evitar que los saquen de la cabaña; pero luego, aceptando la derrota, decide manejar la situación de la mejor manera. En la ciudad por fin entiende una frase que muchas veces le ha dicho Tïa Adina: “todo lo que pasa tiene un oculto significado”, y desde ese momento empieza a creer que ha ido a la ciudad porque debe encontrarse con su padre, a quien no conoce y de quien sólo sabe que es marino, se parece mucho a ella y es muy guapo.
Es así que la autora pone en la mesa el tema del abandono, una problemática muchas veces prohibida a los niños por sus fuertes connotaciones. Pero el modo en que Gripe lo plantea hace que el lector de todas las edades sienta que también en situaciones trágicas y que parecieran sin salida existen en el mundo personas de buen corazón; y, además, que siempre los seres humanos, no importa la edad, podemos recurrir a la valentía, a las ilusiones y a la perseverancia para vencer los obstáculos y conseguir lo que queremos.

Maria Gripe es una de las autoras de literatura infantil y juvenil más importante de nuestros tiempos: en 1974 recibió el premio Hans Christian Andersen. Sus libros retoman temáticas cotidianas y son fuertes críticas contra el autoritarismo. Tanto Hugo y Josefina, como Los hijos del vidriero, La hija del espantapájaros y El abrigo verde se han convertido en clásicos de la literatura juvenil.

Mi amigo el pintor.

Lygia Bojunga Nunes.
Editorial Norma.

Esta novela corta relata la profunda relación de amistad entre dos amigos: un niño y un adulto pintor. Dentro del amplio y variado mundo de la literatura infantil y juvenil, esta historia se ha convertido en un clásico –como casi todas las de esta autora brasilera-, pues plantea una problemática casi siempre prohibida en las obras para niños y jóvenes: el suicidio. Pero la maestría de este libro radica en el tratamiento que hace la autora del tema, ya que lo plantea como una cuestión humana y posible; además, critica fuertemente aquellas personas que condenan a los suicidas como gente que está mal de la cabeza, que es pecadora o que merece el infierno.
Este tratamiento consiste en centrar la atención del relato no en el suicidio, sino en toda la relación de los dos amigos. De esta manera, el niño reflexiona sobre los comportamientos de los seres humanos y se plantea continuamente interrogantes acerca de las pasiones humanas, en este caso, las del pintor: el amor, la política y la pintura. Pero todas estas reflexiones se llevan a cabo a partir del color. Antes de que el pintor muera, el niño se sumerge en el mundo de los colores y empieza a entender que cada uno tiene un sentido profundo: el rojo, por ejemplo, es un color complicado, mientras que el amarillo es el color de la felicidad.
Todo este recorrido por el mundo de los colores, de las pasiones humanas, de las preguntas sin respuesta, de las dudas existenciales, es presentado a través de un lenguaje impecable, lleno de imágenes poéticas y de diálogos muy profundos. Esto permite que una novela que para muchos podría llegar a ser, a primera vista, aburrida o censurable, en realidad sea un poema en prosa, conmovedor y trascendente .
Muchos adultos deciden qué es lo apropiado para que los niños y lo jóvenes lean e, incluso, deciden la edad en la que los lectores deben leer determinados textos. La magia de esta novela es que se sale de tales cánones, pues puede ser leída por todos: sus páginas, por ejemplo, pueden tocar a un niño de 9 años o a cualquier adulto lector o no lector.
Lygia Bojunga Nunes nació en Pelotas, Brasil, en 1932. En un principio trabajó en radio y teatro, pero luego se dedicó de lleno a la literatura. Dentro de los escritores para niños es muy reconocida porque no evita temas problemáticos como el abandono, el asesinato o el suicidio, considerados muchas veces como no aptos para el público infantil. Además de Mi amigo el pintor, la autora ha publicado, entre otros, El sofá estampado, El bolso amarillo y Angélica. En 1982 recibió el premio más prestigioso de la literatura infantil y juvenil: el Hans Christian Andersen.

Guillermo Jorge Manuel José

Mem Fox
Ekaré

Guillermo Jorge Manuel José vive cerca de un hogar para ancianos y conoce a todos y todas sus historias. Su amiga favorita es Ana Josefina Rosa Isabel quien, además de tener cuatro nombres como él, le cuenta al niño sus secretos. El pequeño descubre que la señorita Ana ha perdido la memoria. Entonces se da a la tarea de preguntar qué significa y, con la respuesta que obtiene de los mayores, busca aquellas cosas que él más aprecia para que su amiga pueda recobrar su tesoro. Esta es una bella historia construida sobre la base de la ingenuidad y el amor. El gesto de Guillermo Jorge, al recoger viejas conchas de mar, una marioneta, la medalla que le había regalado su abuelo y una pelota de fútbol, y hacer que Ana Josefina pueda volver a recordar los más importantes momentos de su vida, es un acto de generosidad que conmueve y habla de las cosas sencillas que pueden ser también las más valiosas. La memoria, como valor intrínseco al ser humano, no es aquí sólo el vehículo de los recuerdos, es la posibilidad de construir un mundo en el que se puede vivir cuando la juventud y los bienes materiales se han ido.

Todo sobre un wafle

Polly Horvath, Norma

Primrose Squarp es una niña de once años que vive en el remoto pueblo de Coal Harbour y cuyos padres se han perdido en el mar en una noche de tormenta. Desde entonces ella debe vivir con varias personas: la señorita Perfidia, una anciana amargada, su tío Jack, un hombre de negocios que aprende con la niña los detalles mínimos de la convivencia, y una pareja de ancianos que la ven como la hija que nunca tuvieron. A lo largo del relato, Primrose guarda la esperanza de que sus padres regresarán, en contra de la visión de todos los que la rodean. Su espíritu extraño y combativo hace que no pierda la intuición que hay en su corazón y le da la fuerza para sobrevivir en un mundo de adultos que han perdido su capacidad de mirar los hechos de la vida con los ojos de la ilusión. La autora construye un contexto rico en detalles y deja entrever los secretos del alma de los personajes que rodean a la niña. Al final de la obra, no sólo Primrose habrá triunfado en su predicción sino que todos los habitantes del pueblo comprenderán que todo en la vida es solucionable y que, como en el restaurante de la señorita Bowzer, todo puede ser asimilado si se sirve sobre un wafle.

Club Pasquilla






Soy el más fuerte


Mario Ramos
Corimbo


Un lobo decide dar un paseo por el bosque para reposar después del almuerzo y para comprobar que él es el animal más fuerte de todo el mundo. El pequeño conejo, Caperucita Roja, los siete enanos y los tres cerditos afirman que él es el más fuerte. No parece pensar lo mismo un pequeño bicho arrugado y verdoso que está convencido de que la más fuerte del bosque es su mamá. Una historia corta en la que se conjugan con gran precisión el dibujo descomplicado y el sentido del humor del autor. Con trazos fuertes y gruesos, Mario Ramos logra crear un clima de terror entre los habitantes del bosque y logra transmitirle al lector la tensión del que espera lo peor cuando se le atraviesa al más fuerte. El final del cuento es una muestra más del humor negro del autor que ha invitado a más de un personaje de la literatura infantil a compartir con el lector su sencilla pero inspirada historia.

El sabueso de los Baskerville

Arthur Conan Doyle
SM

El heredero de una gran fortuna deberá enfrentar su destino y las extrañas fuerzas que se mueven alrededor de la casa familiar, acompañado por el famoso detective Sherlock Holmes y por su inseparable amigo el doctor Watson. Para los amantes de las novelas de misterio leer o releer este relato los acercará a la pluma de Sir Arthur Conan Doyle quien sin duda supo llenar de atractivos e inesperados detalles la historia de un perro demoníaco y la venganza que se cierne sobre los Baskerville. Conan Doyle no deja cabos sin atar y sumerge al lector en una corriente de hechos que si bien lo llevan a clarificar las motivaciones de un criminal para cometer el delito, al final debe esperar la explicación que lo llevará a mover su cabeza pensando que todo estaba claro como el agua. El sabueso de los Baskerville es, sin duda, un libro que vale la pena retomar para deleitarse con un auténtico clásico de misterio.

Tortilla Flat

John Steinbeck
Norma

Tortilla Flat, un pueblo de Monterrey, en la costa de California, es el escenario en el que John Steinbeck ubica a Danny y a sus amigos, una especie de Caballeros de la Mesa Redonda, quienes vivirán una serie de aventuras a partir del recibo de una herencia del abuelo de Danny. Los personajes descritos por Steinbeck poseen un espíritu libre y pícaro derivado de su condición de paisanos: son indios mexicanos mezclados con españoles y caucásicos. Ellos viven en casas invadidas por la maleza, son elementales y desconocen el significado del mercantilismo. Bajo estos parámetros el autor nos habla de la sencillez del alma humana, nos pone delante de situaciones que parecen fantásticas pero que son producto de una visión elemental de la vida y logra revelarnos la belleza de lo feo, la posibilidad de maquinar sobre el mal para poder hacer el bien: así razonan sus personajes. Tortilla Flat nos muestra, en fin, una trama con una gran carga dramática y la inevitable atracción que hay entre el dolor y lo humano.

Pacto de sangre

Fernando Claudín
Anaya

Raúl Tobar es un joven madrileño que perdió a sus padres siendo apenas un niño y que, recientemente, se ha enfrentado a la desaparición de su hermano Atón a manos de algunos mafiosos. Raúl convierte en el eje de su vida la búsqueda de su hermano mayor. Su obsesión lo llevará a involucrarse con el hampa y el narcotráfico y deberá hacer uso de su inteligencia y habilidad para sobrevivir en este medio y al mismo tiempo encontrar al amor de su vida. Tal como lo plantea Fernando Claudín, en el desarrollo de la novela se establece un pacto de sangre o de honor en el que los personajes, inmersos en la batalla entre el bien y el mal, deberán construir su propio destino. Aunque a veces pareciera que el autor se deleita sacando de apuros al protagonista con algunos trucos inexplicables, la mayor parte de la narración es sólida y presenta unos personajes cercanos a la realidad de los adolescentes que deben enfrentar desde muy temprano la vida y sus múltiples misterios.

La decadencia de los dragones

William Ospina

Sin duda encontrar un libro de ensayos de William Ospina es una nueva oportunidad para apreciar su implacable y al mismo tiempo suave pluma, y para regocijarnos con su mirada sobre temas que tienen de divino y de humano.
La decadencia de los dragones es un libro que reúne doce textos en los que explora de manera exhaustiva los singulares malabares de algunos de sus escritores favoritos y de obras que han dado qué hablar en el mundo de la literatura. Pero esta mirada, como él bien lo insinúa en su invocación inicial, es una de las múltiples que se le pueden dar a cualquier obra: “El lenguaje (...) engendra lenguaje, y sobre las escasas dos mil páginas de Shakespeare se han escrito bibliotecas enteras, y en el único día de Leopoldo Bloom y de Dédalus han gastado millares de palabras y de días de muchos seres humanos, y sobre un haikú de diecisiete sílabas se puede escribir un tratado extensísimo”. Ospina explora en este libro, y en el ensayo que le da el nombre al volumen, un tema apasionante como es la pérdida de la imaginación en la época actual. Cabalga sobre la sombra del Quijote para demostrar cómo Miguel de Cervantes fue el iniciador de la pérdida de la fantasía para dar lugar a la existencia de la locura como representación del acto heroico: antes los héroes eran seres cuerdos y el mundo estaba enloquecido, plagado de seres y situaciones imaginarias a las que había que temer o enfrentar. La época actual, y a partir del Quijote, cargada como está de opciones individuales de vida, ausente de la parroquia y de lo común, ha creado héroes locos o desesperados luchando por situaciones irremediables sin la ayuda de unos pocos buenos amigos fantásticos, actores de la resolución de sus aventuras. La literatura actual carece, al decir de William Ospina, de dragones a los que sólo nuestra fe les de la oportunidad de vivir. Son seres fantásticos que han entrado al terreno infame de la irrealidad y ocupan con mucho un lugar privilegiado en las novelas pueriles o en fantasías escritas para niños. Los dragones han desaparecido para dejar el espacio a realidades pesadas y de cierta manera sofocantes: “Durante la Edad Media la humanidad europea había vivido en un universo fantástico. Sus magos, sus dragones, sus gigantes, sus hadas y sus gnomos eran el complemento cotidiano en un mundo en el que el ser humano occidental creía en cosas asombrosas”. (...) “Yo diría que ése es el universo fantástico que se ha ido derrumbando con las revelaciones del pensamiento contemporáneo”. El hombre dejó de ser el centro del universo, la naturaleza le reveló su poder y la religión le mostró sus limitaciones. Sin embargo, no es la fantasía la que se ha perdido. Para Ospina, es el “orden mental particular” el que ha soltado sus anclas para que los seres humanos viajen en sentido contrario a la idea de que la realidad está dividida en el mundo material y en el del espíritu. Aunque es explícita en este último ensayo su idea de la imaginación y la inocencia perdidas, los temas que ocupan el resto del libro no son menos incitadores y detrás de ellos está la columna vertebral de la lectura, la eternidad de las ideas contra su innovación.
Escritores como Borges (siempre Borges), Chesterton, Shakespeare, desfilan por sus páginas para darnos la idea, desde la mirada de Ospina, del significado inagotable del lenguaje, de la perenne reinvención de la vida desde la escritura, de los misteriosos secretos del amor y sus definiciones. Todo ello marcado por la reflexión sobre el lenguaje, el placer de la lectura y el deseo de volver a tener el privilegio de “soñar con inocencia” para lo que tendremos que descubrir, como dice Ospina en el final de su invocación, cómo volver a vivir con inocencia. Y ésta es la tarea más difícil.
Constanza Padilla

Antología de poesía colombiana para jóvenes

Selección

Beatriz Helena Robledo,
Alfaguara

En este libro de poesía aparecen indistintamente una noche llena de perfumes, de murmullos y de música de alas, una rosa que fue testigo de un gran amor o míseros poetas temblando ante los vértigos del mar. Aquí la vida se juega o se cambia o los días nos revelan móviles, fértiles, sórdidos, plácidos, lúbricos o lúgubres. Aquí están reunidas estas y otras palabras nacidas de la pluma de poetas colombianos de los siglos XIX y XX. Esta antología de poesía es una invitación de principio a fin para iniciar un viaje hacia las palabras. Ya el prólogo advierte al joven lector las ventajas de dejarse seducir por la poesía, por la aventura de la “palabra hecha ritmo, música, canto”. Y es que esta selección de poemas, de treinta y cuatro escritores colombianos, está hecha para cantarle a los amores perdidos o recuperados, a la escritura, al sentido de la vida, a la naturaleza y a la vida cotidiana, a todos los sentimientos que nos construyen y con los que convivimos. Poetas de todos los estilos integran este volumen dándonos a conocer sus miradas diversas sobre los tópicos propuestos por la seleccionadora. Ésta es concisa y trata de presentar poemas representativos que se constituyen en una especie de “abrebocas” para aquellos lectores que quieran iniciarse en el conocimiento de la poesía colombiana. Vale la pena aprovechar este espacio para rendir un pequeño homenaje a la poeta María Mercedes Carranza, recientemente fallecida, publicando para nuestros lectores uno de los poemas incluidos en la antología:

El oficio de vestirse

De repente,
cuando despierto en la mañana
me acuerdo de mí,
con sigilo abro los ojos
y procedo a vestirme.
Lo primero es colocarme mi gesto
de persona decente.
En seguida me pongo las buenas
costumbres, el amor
filial, el decoro, la moral,
la fidelidad conyugal:
para el final dejo los recuerdos.
Lavo con primor
mi cara de buena ciudadana
visto mi tan deteriorada esperanza,
me meto entre la boca las palabras,
cepillo la bondad,
y me la pongo de sombrero
y en los ojos
esta mirada tan amable.
Entre el armario selecciono las ideas
que hoy me apetece lucir
y sin perder más tiempo
me las meto en la cabeza.
Finalmente
me calzo los zapatos
y echo a andar: entre paso y paso
tarareo esta canción que le canto
a mi hija:
“Si a tu ventana
llega el siglo veinte
trátalo con cariño
que es mi persona”.

¿Quién quiere un rinoceronte barato?

Shel Silverstein, Lumen

Un rinoceronte puede resultar barato si sirve como perchero, abre las latas de cerveza del tío, finge ser un tiburón bajo el agua o persuade a un padre indeciso sobre el dinero que le debe dar a su hijo. Tantas cosas juntas y más se le ocurrieron a Shel Silverstein, quien en páginas aireadas y trazos bien definidos presenta una serie de situaciones fantásticas que obligan al lector a aventurarse a la página siguiente en busca de otra sorpresa. En este libro la ilustración no es accesoria, es la esencia y ella hace parte del texto: insinúa, crea espacios que no están presentes y origina una atmósfera que propicia una lectura activa. En efecto, el libro ofrece la posibilidad de interactuar. Más allá de las ingeniosas preguntas que se plantea el autor, hay otras que surgen de la lectura por lo que se puede decir que este libro no es uno de esos ejemplares que se leen y no se retoman. Una y otra vez nos podemos involucrar en el juego y construir desde la fantasía la posibilidad de una historia que nos divierta y nos rete como lectores.

Cuchilla

Evelio José Rosero Diago, Norma

Un niño de colegio narra los acontecimientos ocurridos con un temible profesor. “Cuchilla” es el apodo del hombre que refleja la dureza con que trata a sus alumnos quienes ven en él un ser lejano, imposible, inhumano. La historia, contada en siete asaltos, como siete peleas, siete luchas humanas, es de una gran frescura. Refleja el miedo de unos niños y el descubrimiento de la fragilidad de los seres que en apariencia son más duros. El protagonista sufre, suda, teme, se arriesga. Genera historias que el lector sigue con interés y que unidas al recuerdo crean una complicidad con el protagonista y con el mismo escritor que aparece como un testigo excepcional de los hechos. Los personajes construidos por Rosero son sólidos y van mostrando en el desarrollo de la novela su verdadera esencia, su alma llena de miedos y de certezas que los revela humanos, vulnerables. El final de la novela muestra el tacto del autor y no deja vencedores ni vencidos. Sólo la comprensión de que el alma humana tiene muchas caras y que muchas veces la incomprensión y la rudeza algunas veces son un grito de desespero, una solicitud de ayuda, una rebelión de la tristeza.

Los últimos gigantes

François Place, Ekaré

Archibald Leopold Ruthmore encuentra por casualidad un objeto que lo llevará a enfrentar su mayor aventura y lo hará llegar a la peor traición: el diente de un gigante. Un mapa dibujado en una de sus raíces es la pista para que descubra el remoto paraje en el que viven los últimos gigantes. Unos seres poderosos, soñadores de estrellas, cuya sabiduría deslumbró al aventurero y cuyos secretos reveló al mundo que los destruyó. François Place nos ofrece en este libro una historia sutil y delicada, con una precisión tal en sus detalles que nadie negaría que los gigantes existieron y con ellos sus extrañas pero sabias costumbres. El dibujo en acuarela y tinta es evocador y detallista como el texto, y el lector se sumerge junto con la historia en los cuerpos tatuados de los gigantes, en el paisaje infinito pero ínfimo frente a su estatura, en sus adornos y juegos y en lo pequeño del aventurero que no supo estar a la altura del extraordinario secreto. Los últimos gigantes es, ciertamente, una historia redonda donde el texto y el dibujo le hacen al lector revelaciones que no podrá sacar fácilmente de su mente ni de su corazón.

La cama

Norma

Alrededor de una cama antigua, tesoro de una familia que en otro tiempo fue muy rica, gira esta novela corta en la que entretejen las historias de varios personajes marcados por su situación social y afectiva. La cama desata tormentas y genera uniones. Todos quieren quedarse con ella, bien sea para resolver problemas económicos, para generar uniones, o para reencontrar el amor entre un padre y una hija separados por sus ideas. Lygia Bojunga, arma, a partir de este objeto, una descripción descarnada de la diferencia entre las clases sociales y plantea un dilema moral en el que el lector se pregunta si lo material vale tanto la pena en un mundo en el que los problemas de desafecto, el miedo a vivir y la pelea por la subsistencia cotidiana son el pan de cada día de la mayoría. La autora deconstruye a los personajes, llega hasta sus rincones más recónditos y los relaciona de manera que ellos mismos llegarán, sin maniqueísmos, a las conclusiones necesarias para emprender una vida distinta donde el amor, aunque sea en la ficción, le gana la partida al dinero.

El papá de noche

Juventud

El papá de noche es el hombre que cuida a Julia cuando su madre, una enfermera, debe cumplir con un horario nocturno. A partir de este enunciado Maria Gripe construye una historia en la que se representan las complejas relaciones que se establecen entre jóvenes y adultos y entre padres e hijos. Julia y el papá de noche deciden escribir la historia de su relación, que al principio es tirante, y en ese ejercicio establecen un juego de complicidad en el que es posible descubrir lo que cada uno piensa sobre los temas fundamentales de la vida. En esta novela no hay concesiones. La sabiduría no está en manos del adulto ni de la joven. Hay, en cambio, un concierto de voces en el que el proceso de aprendizaje es recíproco y en el que los dos descubren al mismo tiempo lo que representa la soledad, la sabiduría y el miedo. Acompañados por Contrabando, una lechuza caprichosa y perceptiva, los personajes plantean al lector la riqueza que deviene del respeto mutuo y cómo la libertad de pensamiento es la base para una verdadera compresión de mundos tan complejos y distintos.

24 poetas latinoamericanos

Coedición latinoamericana

La lectura de poesía produce un placer inmenso dada su dimensión estética y la concisión con la que los autores de este género logran cargar de un profundo significado a las palabras. Se lee poesía para identificar un lenguaje distinto, una manera distinta de percibir la tensión, la belleza, el amor, la tristeza, la sociedad. Y en esa lectura se establece un diálogo íntimo, personal, y muchas veces inexplicable, entre autor y lector. Por todo esto es importante reseñar esta obra, ya que en ella se recoge el trabajo de los autores más representativos en nuestra región. En ella se presenta una breve biografía de poetas de 14 países, y una muestra de sus obras. Sin ser absolutamente exhaustiva, esta antología sirve de abrebocas para el lector ávido de este género y lo ubica históricamente tanto en el contexto del continente como en la evolución de la obra de cada uno de los autores incluidos en el libro. Su lectura, sin duda, contribuirá a enriquecer la sensibilidad y la imaginación de quienes se acerquen a él.

Los mejores relatos de Roald Dahl

Alfaguara

Podría ser exagerado pensar que en este volumen se recogen todos los mejores relatos de Roald Dahl, pero la verdad es que es una muy buena muestra representativa. 13 cuentos en los que el escritor nos muestra con lujo de detalles su magnifica pluma cargada de la ironía y el fino humor negro que caracterizan sus obras. Con gran agudeza el autor aborda temas que por lo general son difíciles de plantear en la literatura juvenil como la guerra, la pérdida de la libertad, la política, presentándonos personajes ricos, desgarradores, avivatos; toda una muestra de la esencia de la que estamos hechos los seres humanos. A esto se suma la atmósfera que crea el escritor para cada relato. Los cuentos, aunque se lean miles de veces, siempre ofrecerán al lector un nuevo detalle que lo hará seguir a la expectativa. Y es que Dahl es capaz de mantener la tensión e ir configurando una historia que repentinamente cambia de rumbo. Ninguno de los cuentos del autor es predecible y es en este hecho en el que reside el encanto de esta afortunada antología.

Bonsai

Christine Nöstlinger, Norma

Sebastián es un adolescente, apodado por sus amigos “Bonsai” porque es pequeño, casi enano, pero según sus propias palabras, bello, proporcionado como un árbol en miniatura. Y es un árbol en miniatura, un universo en miniatura, un muchacho cuya reflexión constante está centrada en el mundo que lo rodea, en las situaciones límite. Su madre, “la separada”, es el personaje que le permite descubrir las razones por las que no entiende a los adultos y las contradicciones entre éstos y los adolescentes. Uno de los conflictos abordados por la autora, de cierta manera el centro de toda la trama, es el de la definición sexual de Sebastián. Con maestría Nöstlinger nos acerca a las dudas, a la imposibilidad del blanco y negro, al conflicto que carga casi todo adolescente y aun los adultos acerca de sus preferencias sexuales. Nöstlinger habla sin miedo de homosexualidad, de bisexualidad, sin subterfugios, así como presenta el lenguaje a través de toda la novela.

Pobby y Dingan.

Ben Rice, Planeta.

Pobby y Dingan viven con Kellyanne Williamson en Lightning Ridge, una zona de Australia en la que abundan minas de hermosos y cotizados ópalos. Sin embargo, ella es la única persona que puede verlos, porque Pobby y Dingan son amigos imaginarios. Ashmol Williamson, el hermano mayor de Kellyanne, está harto de las extravagancias de su hermana y cree que debería dejarse de tonterías. Hasta el día en que Pobby y Dingan desaparecen, el mismo día en que el padre de Ashmol y Kellyanne, minero, es acusado de robar en la mina de otro, el peor crimen que un buscador de ópalos puede cometer.

Cuando Kellyanne, consumida por la pena, empieza a marchitarse, Ashmol moviliza a toda la ciudad para que la ayuden a encontrar a Pobby y Dingan y, de paso, limpiar el nombre de su padre. Pero Ashmol pronto descubrirá que sólo él puede dar con los amigos de su hermana.
Ben Rice ha escrito una novela corta esencial que reconstruye un episodio de la infancia de dos niños cargado a la vez de dureza y ternura. Pobby y Dingan es el nombre del libro que queremos presentar de manera especial, no sólo por el éxito que ha tenido alrededor del mundo sino por su particular mirada de la fantasía infantil. Rice crea un mundo posible y reta al lector presentándole la historia de dos hermanos cuya vida depende de la búsqueda de un par de amigos imaginarios. En esta búsqueda el autor pone a prueba, con éxito, la rigidez adulta y reflexiona sobre temas que son de trascendencia para el lector: la posesión y el poder, el honor perdido, la amistad y la importancia de las utopías.

Daniel Eduardo Nuncira

Nana Vieja

Margaret Wild, Ekaré

Nana Vieja y Chanchita viven juntas y comparten la casa, los oficios y la alegría de vivir juntas en un sitio lleno de naturaleza. Un día Nana Vieja no se levanta como de costumbre y permanece desganada entre su cama. Desde ese día la anciana decide recorrer sus últimos pasos y dejar en orden todos sus asuntos antes de morir. La sencillez y la profundidad de esta historia conducen al lector a un espacio de reflexión sobre la vida y la muerte. La autora presenta los hechos con naturalidad, sin aspavientos y con una ternura desbordante que hace comprender lo importante que es estar preparados para la hora final, tal vez el hecho más seguro de nuestras vidas. Las últimas acciones de Nana Vieja son un homenaje a la vida y un canto a las cosas sencillas y cotidianas. Este libro, además de mostrar la estrecha relación que une a la anciana con su nieta, muestra también el valor de la dignidad ante la muerte y evidencia cómo el tratamiento de este complejo tema a partir de la sinceridad y la transparencia pueden dejar huella profunda en un lector.

El globito rojo

Iela Mari, Lumen

Existe en la imagen una especie de magia que hace que un lector pueda regocijarse con una serie de líneas y colores y construir a partir de allí una historia, un texto nuevo. Esto es precisamente lo que ocurre con El globito rojo. En este libro se manejan exclusivamente imágenes, no hay allí ni una sola línea de texto y, sin embargo, la autora es capaz de crear un hilo conductor a partir de la metamorfosis de un globo de chicle. La bomba de un chicle viaja progresivamente con varias apariencias, pasando por un balón, una manzana, una mariposa, una flor y, por último, de la mano de quien la toma, se transforma en un paraguas dejando en el lector la promesa de un nuevo cambio. Es un juego interesante en el que los escenarios, trazados en finas líneas negras, le dan vida y contexto al globo de múltiples caras. El diseño del libro combina con inteligencia estos dos elementos y provoca entre página y página la curiosidad del lector que, sin duda, se sentirá atraído por esta singular propuesta.

Bartleby, el escribiente

Herman Melville, Mondadori

Bartleby es un hombre enigmático cuyo trabajo, antes de ser copista, era el de leer “cartas muertas” o no reclamadas. Aunque inicialmente desempeña a la perfección sus funciones como copista, a medida que pasan los días Bartleby rehúsa con la frase “preferiría no hacerlo”, cualquier invitación u orden de realizar algo que no sea copiar. En su antiguo ejercicio de leer cartas dirigidas a hombres ya desaparecidos, Bartleby entra a formar parte de un círculo en el que los desesperanzados pierden la esperanza y así lo comunican con sus cartas. El escribiente se dejará llevar por la desesperación que es la misma desesperación de la humanidad, convirtiéndose en un despojo, en un ser inanimado que no será capaz de nada, sólo de seguir su inexorable camino hacia la muerte. Esta corta pero magistral narración, nos hace interrogarnos inevitablemente sobre la utilidad del ser humano, sobre sus pretensiones y, ante todo, sobre la soledad que se puede experimentar en una sociedad que, aunque globalizada, a veces no puede ofrecer a los individuos un lugar en el mundo.

El valle de los cocuyos

Gloria Cecilia Díaz, SM

Jerónimo es un niño de diez años que vive con Anastasia, una anciana sabia que comparte con él la belleza de un valle lleno de cocuyos, lagartijas y tortugas en cuyo caparazón están escritas las historias de los habitantes de la región. Un día Jerónimo encuentra al Pajarero Perdido, un ser cuya existencia es mítica, quien lo llevará a vivir una aventura fantástica y a rescatar a los alcaravanes rojos secuestrados por el Señor de la sombra. En este viaje Jerónimo no sólo descubre las maravillas ocultas del valle sino la historia de su propio origen. La escritora colombiana crea en esta novela una atmósfera fantástica y hace una bella descripción de la exuberancia de los paisajes latinoamericanos. Como en las sagas tradicionales, recurre al viaje como motivo de búsqueda y en él recoge personajes como Silbo Brumoso, Halcón Peregrino y el Cafeto. Todos ellos darán vida a este relato en el que se descubre con gran sutileza el espíritu de los seres que habitan este valle fantástico.

Jumanji


Chris Van Allsburg, FCE


En este libro el estadounidense Chris Van Allsburg, quien lo escribe e ilustra, nos introduce en el mundo fantástico que la imaginación de un par de niños es capaz de crear. A partir de un juego de aventuras en la selva, la casa de los niños empieza a ser protagonista y la transformación de los objetos se convierte en una constante que permite reafirmar la capacidad del autor para fundir realidad y fantasía. El caos se apodera de la casa y del libro, y el espectador asiste aterrado a una nueva sorpresa a medida que recorre las páginas del libro. Esta propuesta de Van Allsburg es arriesgada y demuestra que el juego de grises y el blanco y negro no son de uso exclusivo para una literatura dirigida a públicos más adultos. Al contrario, la atmósfera creada por la ausencia total del color hace que el lector mantenga la tensión y crea espacios afortunados para el suspenso.

Calicalabozo

Andrés Caicedo, Norma

Andrés Caicedo comprendió en su temprana juventud el material del que estaba hecha su generación y la generación que le precedió y las tantas generaciones que han construido este país insólito. Es por ello que su obra, aunque corta, fue extensa en planteamientos, en miradas agudas sobre la calle, sobre la “caleñidad” y la “colombianidad”, a su modo de ver, casi deformaciones del espíritu. Y es esto lo que refleja su libro que recoge cuentos cortos pero contundentes. Todos ellos marcados por la ironía, sin tapujos, llenos de ciudad, de la vida de la calle, del cine, de los amigos y los enemigos. Estos relatos son esencialmente urbanos y envuelven todas las sensaciones que puede tener un ser con los cinco sentidos puestos en la realidad frente a una sociedad que se empeña en engañar a su juventud y en engañarse a sí misma pensando en que el único dios posible es el dinero y lo que éste pueda comprar, su religión.

Dónde está la franja amarilla

William Ospina, Norma

Este revelador texto, es una mirada crítica e incisiva sobre la realidad colombiana y sobre los orígenes de la violencia que ha determinado la vida social, política y económica del país. William Ospina plantea en su escrito cómo responder a las razones por las que los colombianos somos indiferentes ante la degradación de nuestra sociedad. En efecto, él ofrece respuestas pero también deja muchos interrogantes en el lector ya que lo enfrenta al miedo cotidiano, a la inacción, a la responsabilidad no asumida del papel que juega como ciudadano, como colombiano. El gran dilema, después de la desaparición de los partidos tradicionales, es saber para dónde va la franja amarilla, la que conforman millones de colombianos que han puesto los muertos y la pena y que merecen tener, al decir de Gabriel García Márquez, “una segunda oportunidad sobre la tierra”.

Angélica


Lygia Bojunga, Norma

Esta novela nos presenta la historia de una cigüeña que, preocupada por las mentiras y engaños que sus familiares usan con la excusa de que son ellos los que tienen la tarea de traer al mundo a los bebés, decide cambiar el rumbo de su vida y por ello se va a vivir al Brasil donde se gana la vida tocando la flauta. Con un grupo de amigos, que representan diferentes problemáticas sociales, monta una obra de teatro en la que narra su vida y en la que a la vez representa los conflictos de sus amigos. Esta obra crítica, es una mirada a la vida contemporánea en la que conviven la doble moral, el consumismo, el desprecio a la vejez y el machismo. Al mismo tiempo la novela es rica en la descripción de lo que significa la búsqueda de la identidad en medio de un mundo caótico.

EL LIBRO DE LOS COCHINITOS


Aquiles Nazoa
Playco Editores, 1999

En el mundo de la literatura infantil muchos autores han imaginado a los cerdos en situaciones cotidianas como las que le ocurren a los humanos, algunas de estas historias han sido escritas, contadas o ilustradas, y algunas se han hecho más conocidas que otras. Es por ello que no es raro encontrar la imagen de unos cochinitos en una biblioteca, tal como nos lo muestra Aquiles Nazoa, a través de sus versos, en tres momentos narrativos: en el primero nos lleva a conocer, reconocer o recordar los nombres con que nos referimos a este simpático animal; el segundo, nos habla de la importancia que tiene la educación de un cochinito (porque de ésta depende que “unos sean para chorizo y otros para jamón”); y el tercero, a partir de versos y mediante un juego entre lenguaje e imagen, el autor nos muestra dichos referidos al polifacético animal. El texto de Nazoa y las ilustraciones de Rosana Farias hacen de este un texto exquisito, combinación magistral entre la poesía y la vivacidad de la imagen.

FRED Y LA CAJA DE LIBROS


Ole Könnecke
SM, 1998


En una de sus andanzas Fred encuentra en el ático un sombrero y una caja llena de libros viejos. El sombrero está muy bien, le queda. Pero ¿Los libros? ¿Hay alguno que le guste? Fred, de la mano del autor e ilustrador Ole Könnecke empieza a escarbar en la caja y allí hace un recorrido por distintos géneros de la literatura: policíaco, para niños, cuentos de hadas, historias de animales, de piratas. Nada logra interesar realmente al pequeño protagonista de este cuento, pero lo que si atrae al lector de este libro son las historias que suceden alrededor del acto de leer. Un despliegue fantástico, pleno de humor y de situaciones que parecen salir de la cabeza de Fred a medida que lee. El autor muestra a un personaje externo, el perro de Fred, que es el punto de unión entre la fantasía y la realidad. Este libro es una conjugación perfecta entre ilustración y texto y nos involucra con las historias que hay detrás de las historias, con aquellas que el lector mismo construye y que constituyen, en esencia, una de las búsquedas de la lectura

MITOS Y LEYENDAS INDÍGENAS

Roxanna Erdman
Editorial Everest

Libros sin cuerpo

“Cada vez que muere un indio muere con él toda una biblioteca”
Fernando Benítez

Los orígenes, los fenómenos, las características de un vasto universo, han retado desde siempre a la imaginación de los hombres para ampliar su manera de comprender y vivir el mundo. Los mitos y las leyendas son esas explicaciones poéticas y ejemplares de eventos extraordinarios, además de una forma de transmitir el conocimiento ancestral, la cosmogonía, y los valores e identidad del ser humano; todo ello en conjunto construye los cimientos de muchas mitologías, tan fuertes que su mensaje ha llegado hasta nuestros días solamente con la ayuda de un sencillo tejido de voces.
Mitos y leyendas indígenas es un libro ilustrado que contiene cuatro narraciones extraídas de la tradición oral del sur de México. Si pensamos que el mito también es un puente entre lo divino y lo humano, entenderemos por qué en la primera historia, “La lengua del chapulín”, se habla del lugar que le corresponde a cada ser en el universo y la benevolencia del dios creador de todos los animales; o la cercanía entre dioses y animales en el relato “El relojero”, donde los pájaros son convocados por los dioses a una gran reunión para hablar (porque antes los animales podían hablar) y que se relaciona con la historia anterior en cuanto a la asignación de un trabajo, un castigo, una razón de ser y existir; el mito de “La tortuga” nos describe una misión: este animal traería un mensaje secreto de los dioses recibiendo como recompensa la longevidad, y para que nadie más se enterara del propósito divino, le vedaron la voz. Aunque nunca se habla del mensaje que envían los dioses a los hombres, se sabe que los hombres de aquel tiempo supieron entender la palabra que entregó la tortuga y por eso ahora existen imágenes suyas en forma de friso sobre las puertas de los templos… A veces me gusta pensar que el mensaje entregado por la tortuga está aún grabado en su caparazón, así, silencioso, casi inmóvil, eterno. Finalmente la leyenda “El sapo”, que engaña a su amiga el águila para entrar a una fiesta a la que no fue invitado. Muchas leyendas de diferentes países coinciden en decir que el sapo es un animal pretencioso, arrogante, arribista, codicioso y utilitarista, pero esta historia me asombra por su semejanza con otra que quizá viajó mucho más al sur y fue recopilada por la argentina Graciela Montes en un libro titulado Cuentos del sapo, y en cuyo prólogo dice algo sobre la fábula que nos va muy bien para nuestro propósito: “Lo cierto es que hay cientos de historias de animales (…) Historias sin libro que viven sólo en la memoria y en la voz de quienes las cuentan, y que de pronto reaparecen.”
El epígrafe de esta reseña es una cita del escritor Fernando Benítez, investigador profundo de los indios mexicanos y su cultura; releyéndola, pienso en ese otro tipo de bibliotecas que tenemos cerca pero no reconocemos, y que en el otro hay una cantidad de conocimientos e historias. Concluyendo, los mitos son como libros que se escabullen y mutan de ser a ser hasta convertirse sólo tal vez en un texto… una noche de cuentos es eso, una gran biblioteca de libros que se llevan en la memoria.
Luis Álvarez

UN MUNDO FELIZ

Aldoux Husley
Plaza y Janés, 1994

Realidad o ficción

Podríamos considerar la novela de Aldous Huxley, Un mundo feliz, como una obra de ciencia-ficción por sus deslumbrantes elementos futuristas; sin embargo, esta historia entreteje en sus hilos narrativos problemas de la sociedad actual. Los hombres del relato se producen masivamente en los laboratorios del Centro de Incubación y Condicionamiento de la Central de Londres, allí los científicos determinan, a través de la manipulación genética, la personalidad de cada individuo, convirtiendo a hombres y mujeres en un concepto estándar. La obra muestra la tensión producida por un futuro avasallado por la ciencia y la tecnología, unido al dominio individual a través de la moda, las costumbres y hasta la forma de pensar. Tal vez estemos lejos de la producción masiva y por castas de seres humanos pero lo cierto es que la goblalización está contribuyendo a la estandarización de los individuos, la publicidad y los medios de comunicación producen los mismos efectos que la hipnopedia en los personajes de la novela. La obra del escritor inglés, más allá del pesimismo es una obra visionaria, que habría que leer en estos tiempos turbulentos.
Yoanna García

PAULINA


Ana Maria Matute,
Lumen, 1969

Paulina es una pequeña huérfana que vive en la ciudad con su tía Susana, una triste mujer para la que su sobrina es una niña traviesa y mal educada. Durante el invierno su vida se transforma porque pasa la vacaciones en la casa de campo de sus abuelos. Allí conoce a un niño ciego, llamado Nin, que debe abandonar la humilde y húmeda casa de sus padres y vivir hasta la primavera con los abuelos de Paulina. Los dos se convierten en amigos entrañables; Nin aprende a leer y a escribir mediante un ingenioso sistema de símbolos en braille que Paulina diseña especialmente para él. Nin, a su vez, involucra a Paulina en su vida y le enseña su entorno campesino, que la mayor parte del tiempo está plagado de dificultades, trabajo y responsabilidades. La autora de esta obra dota a sus personajes con un gran sentido social que les permite vivir las relaciones con los otros sin importar la raza, condición social, o creencias. Con este rasgo característico de la inocencia infantil, los adultos que aparecen en la obra recobrarán las ilusiones y las esperanzas que han visto alejarse por su dura situación. La obra es un hermoso homenaje a la vida de campo, y a la manera sencilla como transcurre la existencia de los seres humanos cuando sus búsquedas son simples.
Yoanna García

FRANKENSTEIN

Mary Shelley
Rei Andes, Tus libros, 1992

La concepción del monstruo

Me encontraba en medio de una conversación sobre Frankenstein cuando mencioné el nombre de su creadora, Mary Shelley; entonces alguien preguntó: ¿quién es ella? Cuando dije que era una escritora, hubo una pequeña confusión, ya que algunos creían que el autor de Frankenstein o el Prometeo Moderno era un hombre. Este hecho me llevó a pensar que muy probablemente el brillo que tuvo el monstruo opacó la identidad de su autora.
Mary Shelley concibió Frankenstein o el Prometeo Moderno en una velada en la Villa Dodati, mansión de Lord Byron, cuando éste sugirió un juego en el que los participantes (Percy Bysshe Shelley, Jhon Polidori, Lord Byron y Mary Shelley) debían escribir una historia de terror. La obra fue escrita durante 1817 y publicada en 1818. Este escrito no podría clasificarse únicamente como una novela de terror, ya que en ella convergen la ciencia ficción, la filosofía y la critica social, junto con las ideas científicas del momento. Se podría hablar entonces de Frankenstein como el retrato de una época. Con esta obra, al igual que con El último hombre, Mary Shelley fue la primera escritora en hacer referencia al futuro y a los avances científicos, lo que la convertiría en la creadora, no reconocida, del género de ciencia ficción.
Jhans Espitia

EL SOL DE LOS VENADOS

Gloria Cecilia Díaz,
Ediciones SM, 1993

Jana es la segunda de seis hermanos. Todos la llaman así, aunque en realidad se llama María Juana, y es ella quien narra las historias que le ocurren a su familia en un pueblo en el que los atardeceres rojos son el mayor atractivo. Para Jana los adultos son muy particulares y le dejan enseñanzas que poco a poco definirán su carácter. Entre ellos está su abuela, que le cuenta historias de vez en cuando, y su mamá, de quien aprende el nombre de ese cielo que parece un incendio cuando cae la tarde. Con esa capacidad propia de los niños para percibir el mundo, Jana hace que los lectores veamos a través de sus ojos de diez años los acontecimientos familiares y sociales, tal como ella los percibe: la situación económica de su familia, su dificultad para aprender matemáticas y, sobretodo, la relación que poco a poco va estableciendo con la literatura gracias a su mejor amigo, Ismael, quien parece haber leído todos los libros, y a una vecina que en un momento crucial le presta libros de su biblioteca personal. El sol de los venados es un relato maravilloso en el que los lectores se encontrarán con la evidencia de que los niños no son ajenos a la cotidianidad sino que, por el contrario, pueden llegar a ser muy críticos cuando se ven afectados por ella.
William Rivera

EL PARAÍSO EN LA OTRA ESQUINA

Mario Vargas Llosa,
Alfaguara, 2005

“Si todas las mujeres pobres tuvieran la energía, la inteligencia y la sensibilidad de esa muchacha, la revolución sería cosa de meses.”
El paraíso en la otra esquina, Mario Vargas Llosa
Un encuentro cercano

Servia, 1914; Nijni, Rusia, 1878; Francia, 1845, tres lugares del mundo lejanos y difusos, tres momentos de la historia distantes y, aparentemente, sólo recuperables en manuales de historia. Espacios y tiempos que tres voces cuentan a partir de los mas íntimos detalles; espacios y tiempos habitados por tres mujeres que han llegan, estremecen y dejan fragmentos de su historia enredados en los hilos femeninos que nos tejen. Rajka Radakovi´c la protagonista huraña y dolorosa de La señorita, de Ivo Andric, que en medio de la Primera Guerra Mundial cumple una promesa a su padre muerto, aún sacrificando todos sus anhelos y su felicidad. Bárbara Péchkov, la abuela recia de Días de infancia, de Máximo Gorki, una campesina que intenta resguardar a su nieto de diez años de la ruda situación que se vive en una oscura y helada casa en el oeste de Rusia, en la que los designios, según esta autobiografía de Gorki, los dicta el abuelo pelirrojo y gigante, que todo lo resuelve con azotes. Y Flora Tristán, la paria ardiente y luchadora de El Paraíso en la otra esquina de Mario Vargas Llosa, una peruana exiliada en Francia que pelea por los obreros franceses a partir de La unión obrera, un texto revolucionario-socialista que escribe después de huir de los ultrajes de su marido, en busca de la libertad, ajena en aquella época para las mujeres.
Son tres vidas que imprimieron finas líneas al mapa que en mi juventud se dibujó para delimitarme, y a la vez para llamarme a atravesar fronteras en búsqueda de seres como ellas, fuertes, vivas, transgresoras, dolorosas y dulces, en búsqueda de relatos que logren retratar de forma veraz, y en tiempos como los que vivimos, la vida de personajes que como Bárbara y Flora existieron hace tanto. En sus respectivos momentos ellas tuvieron formas particulares de ver el mundo y de enfrentarse a él, opciones diferentes a las de las mujeres que las rodeaban y con ello dieron un importante significado a sus vidas, al punto que se convirtieron en novelas que otros escribieron con la ingeniosa y cautivadora prosa necesaria para que no fueran olvidadas.
Paola Roa

Pedro Páramo: un clásico latinoamericano

Juan Rulfo, Plaza & Janés, 2000

“Allá hallarás mi querencia. El lugar que yo quise. Donde los sueños me enflaquecieron. Mi pueblo, levantado sobre la llanura. Lleno de árboles y de hojas, como una alcancía donde hemos guardado nuestros recuerdos. Sentirás que allí uno quisiera vivir para la eternidad.(...) Allí donde el aire cambia el color de las cosas; donde se ventila la vida como si fuera un murmullo; como si fuera un puro murmullo de la vida...”

Pedro Páramo es el poema más extenso que he leído, la voz latinoamericana logra hacerse escuchar para dar cuenta del calor y la devastación de su tierra, para hablar con esa voz campesina que se escucha mientras se lee del éxodo como la más terrible muerte, como la más lamentable consecuencia de la tiranía; Pedro Páramo es el retrato de un pueblo desencantado al que Juan Rulfo consiguió dar un perfil más novelesco y fantasioso, por medio de una aura de muerte.
Los muertos resultan ser dulces personajes que se lamentan mientras descubren que ya no hay oportunidad, que hace mucho, como su tierra, todo se ha secado, incluso la esperanza y la memoria que a fuerza de tanto dar vueltas comienza por extraviarse en la voz de todos aquellos a los que Pedro Páramo les invadió la vida, a toda la Comala que dejó que se cayera después de la partida de Susana Sanjuán.
Comala es un pueblo fantasmal en el que la mayor particularidad, para entenderlo con la sutileza del lenguaje de Rulfo, son los sonidos que van enmarcando su ambiente, empezando por el silencio, que a partir de que se nombra lo deja todo en un intermitente letargo y oscuridad; los murmullos debajo de la tierra que la llenan de “adioses”; los gritos agónicos: “¡vida no me mereces!”; y, sobre todo, los ruegos, los lamentos, de hijos y esposos muertos, de tantos años esperando el amor, y los de la tierra, “este valle de lágrimas” que no puede con más sequía y para cobrarse, empieza a tragarse a quienes la habitan.
Así es Pedro Páramo la novela encantadora de la tierra, la corta novela, que lo reúne todo, poesía, historia, epopeya, un grandioso trazo en la literatura latinoamericana que después de terminada no deja de producir suspiros.

Aura

Carlos Fuentes, Alianza Cien, colección Cuerpos y ofrendas

El hombre caza y lucha. La mujer intriga y sueña; es la madre de la fantasía, de los dioses.
Posee la segunda visión, las alas que le permiten volar hacia el infinito del deseo y de la imaginación...
los dioses son como los hombres: nacen y mueren sobre el pecho de una mujer...
Jules Michelet (prólogo de Aura)

Solo las inagotables fuentes del aura de Carlos Fuentes podían estar detrás de Aura (1962), una novela breve macabra y perfecta, penetrada por un erotismo tan fantástico como fúnebre y que termina desembocando en el horror. Escrita en forma de monólogo auto-referencial, Aura es (entre muchas otras cosas) una sesuda reflexión sobre la identidad mexicana y su desarraigo. Un problema que desde la Conquista se ha mantenido como un interrogante que exige respuestas.
La joven Aura, con “...esos ojos de mar que fluyen, se hacen espuma y vuelven a la calma verde, vuelven a inflamarse como una ola” y su belleza salvaje, junto con la anciana Consuelo (su destartalada y casi esquelética tía) son las guías y responsables de conducir el viaje del historiador Felipe Montero hacia un pasado nostálgico y glorioso que, con el paso del tiempo, termina transformado en presente tenebroso y trágico. Un pasado que lucha por imponerse y renacer entre el polvo de las crónicas, las carreras de las ratas, las cintas de terciopelo que sujetan los folios amarillentos, los edredones raídos ya sin lustre y la oscuridad de la casa.
Tiempos idos recreados una y otra vez, desde el profético epígrafe de Jules Michelet, hasta la última línea de la novela. Antigüedad anquilosada en el rojo del tezontle, piedra que usaban los aztecas en los templos y palacios derribados por los conquistadores y que luego sirvió para construir iglesias, y que en el presente aparece carcomida por los excrementos de las palomas y el inexorable paso del tiempo. Pasado que Felipe Montero debe reconstruir en su magna obra para ganarse el sustento y la estadía en la casa y que lo obliga a penetrar en la historia escrita por el general Llorente para traducirla, sintetizarla, interpretarla y re-escribirla, partiendo de la historia oficial para llegar a una nueva y verdadera Historia, con mayúsculas.
El tiempo y los tiempos son una marca personal de Fuentes. De una u otra forma todos sus textos, pertenezcan a la narrativa o al ensayo, retoman el concepto de la identidad nacional, del pasado anhelado o denostado, de la búsqueda de lo que es propio o de lo que se desearía que lo fuera.

Los misterios del Señor Burdick


Chris Van Allsburg

Fondo de Cultura Económica, México, 1999

Hace más de treinta años el Señor Harris Burdick contactó al editor Peter Wenders con el fin de que publicara, una obra literaria, compuesta por catorce historias, cada una acompañada por varias ilustraciones. Encantado con el trabajo del Señor Burdick, Wenders le pidió que se lo dejará ver en su totalidad, puesto que sólo le presentó una ilustración por cada una de las historias. Aunque acordaron verse nuevamente al día siguiente, para desconcierto de Wenders el Señor Burdick nunca llegó, y del resto de su obra nunca se volvió a saber nada. El editor sólo pudo conservar las catorce ilustraciones acompañadas por los títulos y los epígrafes de las historias. Muchos años después Chris Van Allsburg, conoció estas ilustraciones y maravillado por su belleza decidió publicarlas.
Aquel extraño relato es el pretexto alrededor del cual Chris Van Allsburg nos presenta este libro, en el que a partir de catorce inquietantes ilustraciones se plantean una serie de situaciones donde luciérnagas, que en realidad son hadas o duendes, acechan a los niños en la noche; donde un río, que gracias a la acción de alguna fuerza oculta, ha adquirido la consistencia de una densa masa gelatinosa; donde a determinada hora de la noche es posible ser testigo de la aparición de una embarcación fantasma hundida hace ya demasiados años como para recordarla. En todas ellas los elementos propios del mundo cotidiano transitan sutilmente del territorio de la realidad hacia el de lo maravilloso desvaneciendo las fronteras y penetrando un espacio controlado exclusivamente por la fantasía. Esta fantasía es lograda por Van Allsburg gracias al manejo de una técnica narrativa visual que recrea ambientes, paisajes, personajes y momentos que, acompañados por un título y un epígrafe, permiten a cada lector crear su propia interpretación de las historias que aquí se insinúan.
Finalmente no se podrá saber cuáles eran realmente las historias que tenía por contar aquel misterioso Señor Burdick, probablemente las verdaderas historias están en lo que cada uno de nosotros pueda ver más allá de lo obvio en estos fascinantes dibujos, y tal vez el Señor Burdick no sea más que otro personaje salido de estas mismas historias.
Lorena Herrera

Club de lectores 2007